Llamada también la Fiesta de las Luces o Luminarias, es una festividad judaica. Celebrada durante ocho días, conmemora la derrota de los helenos y la recuperación de la independencia judía a manos de los macabeos sobre los griegos seléucidas, y la posterior purificación del Segundo Templo de Jerusalén de los íconos paganos, en el siglo II a. C.
La tradición judía habla de un milagro, en el que pudo encenderse el candelabro del Templo durante ocho días consecutivos con una exigua cantidad de aceite, que alcanzaba sólo para uno. Esto dio origen a la principal costumbre de la festividad, que es la de encender, en forma progresiva, un candelabro de nueve brazos llamado januquiá (uno por cada uno de los días más un brazo «piloto»).
La festividad acontece el 25 de Kislev del calendario judío, fecha que acaece entre fines de noviembre y principios de diciembre del calendario gregoriano.LDurante esta festividad se enciende una januquiá o candelabro de ocho brazos (más uno mayor). En la primera noche únicamente se prende el brazo mayor y una vela, y cada noche se va aumentando una vela, hasta el último día en el que todo el candelabro se enciende completo. Este hecho conmemora el milagro de que el aceite duró ocho días.
Todos los días se dicen oraciones, y da una bendición especial después de las comidas.
Es costumbre reunirse con familiares o amigos para el encendido de la januquiá e intercambiar regalos. También se acostumbra comer levivot o latkes y sufganiot, tortas de patata y bolitas de masa rellenas de mermelada, y otras preparaciones fritas.